MACBETH cuenta una historia de crimen y castigo entreverada de brujería y
elementos sobrenaturales. Amparado en las engañosas profecías de las Hermanas
Fatídicas, brujas o diosas del destino, Macbeth decide asesinar a su rey y tomar la
corona. Consciente del horror al que se entrega, forja su terrible destino y se deja
poseer por el mal que nace del ansia de poder, creyéndose invencible y eterno. Esta
obra tenebrosa e inquietante, de una acción vertiginosa, es también profundamente
introspectiva. A través de un lenguaje metafórico y sensorial, el más denso lenguaje
figurado de Shakespeare, apoyado en un torbellino de imágenes asociadas a las
tinieblas, la muerte, la crueldad y la esterilidad, la obra indaga en lo prohibido, explora
la transgresión y ofrece la oportunidad única de compartir la vida interior de un
asesino, con su horror y su misterio. La altura poética e intelectual de MACBETH no
oculta ni suaviza la situación política concreta de sangre y violencia, ambición y
deslealtad en la que la acción en que la acción se desenvuelve.