David es un ingenuo estudiante de sociología en la Universidad de La Habana. Joven, comunista convencido y lleno de prejuicios. Diego, es un artista culto, homosexual, individualista y escéptico, que conoce por casualidad a David y se siente atraído por el estudiante.
Con el propósito de mantener relaciones sexuales, lleva a su casa a David. Este al percatarse de las intenciones del artista, le rechaza y se marcha del edificio. No obstante, pasados unos días, el recelo es vencido por la fascinación que empieza a sentir por la vida que lleva el artista, su entorno y sus ideas. Con el paso del tiempo ambos comienzan a cultivar una amistad sincera a pesar de sus diferencias ideológicas y personales. Miguel, supervisor de la residencia de estudiantes donde vive David, denuncia a Diego, ya que al ser un artista homosexual lo considera contrarrevolucionario. Como resultado, Diego es censurado y acosado en su trabajo. Diego decide emigrar de la isla.