Cuatro asesinatos perturban la
vida rutinaria de todo un pueblo.
El Guardia Civil autóctono, junto a un
alto rango y dos agentes en prácticas
venidos desde la capital, llevan a cabo
una investigación sin par que
altera más aún la vida de los lugareños.
¿SOSPECHOSOS? Los hay. Y un santo,
y un forastero, y una moza de Beniel
(Murcia), y un sin fin de personajes más.
También un panadero, un campanero,
un pescadero y un enterrador, pero estos
son los muertos.
Una historia delirante en la que
el humor y la intriga se mezclan
con sorprendente precisión.
'El pueblo de los mellados' es la
historia de misterio más divertida que
jamás se haya imaginado. Durante setenta minutos, el público permanecerá
atónito ante un torrente casi compulsivo de
situaciones que no harán otra cosa que provocar un
derroche continuo de carcajadas.
La descripción de los personajes, de los espacios, la
sucesión de los hechos, las notas al margen y el gran
dominio de la palabra de este artista producirá en
los espectadores un gran impacto vivenciando con
todo lujo de detalles todo lo que acontece sobre el
escenario.
Inteligentes guiños, gestos, juegos de palabras, y
una velocidad vertiginosa sin pérdida de dicción
conquistarán el patio de butacas a golpe de risas.
El misterio, la intriga, las pesquisas también son
un gran aliciente que hacen aún más interesante la
puesta en escena.
Si el desarrollo es asombroso, más lo es el final,
con el que queda desvelado el misterio en torno al
que gira todo el argumento. Un final de los buenos:
sorprendente e inesperado; pero eso aquí no lo
podemos desvelar.
Sin duda alguna, 'El pueblo de los mellados'
es una propuesta teatral única que sumerge al
público en la más alocada investigación sobre la
historia de misterio más divertida que haya podido
imaginar.