En la España de Alfonso XIII y Primo de Rivera, en 1920, cuando concluye la I Guerra Mundial y en Estados Unidos entra en vigor la "Ley Seca", estrena Arniches en el Teatro de la Comedia sus Caciques.
En el imaginario y pequeño pueblo de Villalganzo, el puesto de alcalde y el de cacique mayor local son ejercidos simultáneamente por el corrupto Don Acisclo Arrambla Pael, al que se le notifica la llegada de un delegado del gobierno que debe proceder a fiscalizar sus cuentas. Don Acisclo, siguiendo su natural tendencia, se propone comprar la voluntad del susodicho delegado con todo tipo de agasajos. Sin embargo, quienes aparecen casualmente en el pueblo son Alfredo y su tío Pepe, con intención de solicitar la mano de Cristina, sobrina del cacique. Éstos son confundidos con el representante del gobierno, provocando todo tipo de malentendidos.